Supertirolina VK Twin de 1350 m.
En la construcción de la tirolina más larga de Andalucía y en general de parques de aventura de gran formato, constatamos de nuevo cómo es fundamental el desarrollo del proyecto. Muchas horas de estudio y diseño, proyección, topografía y mediciones para que el departamento de ingeniería procediera a la confección de los planos de las estructuras que han de soportar esta Supertirolina.
Estamos en la fase final de la implantación de esta atracción construida por Vertikalist. Solo falta formar a los monitores e inaugurar. Otro hito que supera nuestro anterior record de Supertirolina de 900 m.
Por fin terminamos la fase de construcción e instalación. Lejos queda el día que pisamos por primera vez la loma donde ahora está la estación de salida y solo en nuestra imaginación existía la Supertirolina. Ver: SunView Park – Super Tirolina en Alhaurín de la Torre (Málaga)
Cada fase en el desarrollo de un proyecto es fundamental, forma parte de un todo y ha de ser infalible. Largas horas de trabajo de proyección, mediciones, topografía, cálculos, verificaciones, volver a proyectar, volver a calcular, a verificar.
El montaje
El proceso previo a la instalación, una vez hemos completado la ingeniería, es la fabricación de las pesadas estructuras. Es fascinante la capacidad del hombre para desarrollar la técnica que permite darle forma al acero, ver como paso a paso coge forma, todo encaja. La logística para mover 30 toneladas de estructuras de acero, desde la fábrica a la planta de galvanizado y después hasta el emplazamiento. Descargar cada pieza en su lugar, ensamblarlas, plantarlas en su sitio, perfectamente alineadas y niveladas, coordinadamente con la dirección de obra.
La obra civil es otra fase fundamental. Las zapatas, con aproximadamente 100 m3 de hormigón, son los pilares de esta instalación, la unión con la tierra. El proceso fundamental para que todo lo demás se sustente.
Para la construcción de esta Supertirolina se han empleado estructuras de acero de alta resistencia diseñadas y calculadas para soportar tensiones extremas y cables de acero de 20 mm con una carga de rotura mínima de 430 KN. Hemos desarrollado utillajes y poleas especiales para este diámetro de cable capaces de poder tensar hasta 11 Tm
Particularidades en el montaje
La orografía del lugar nos ha permitido tender el cable con medios terrestres, no sin tener que ingeniárnoslas para mover las 3 bobinas una a una por casi un kilómetro y medio de terreno, en total casi 9 toneladas de cables. La maniobra debía realizarse sin arrastrar los cables por el suelo. Fabricamos unos utillajes especiales para poder colgar las bobinas del brazo de una excavadora dotados de un sistema que nos permitía frenar la bobina y desenrollarlo a una velocidad controlada. Para ello se abrieron una serie de pasos en el terreno para permitir a la excavadora remontar por pendientes imposibles. Tuvimos la gran suerte de contar con el Fernando Alonso de las excavadoras, un auténtico artista maniobrando esta pesada máquina. Aún estamos asombrados con lo que hacía con ella.
Una vez tendidos los cables empezaba el reto más complejo y arriesgado. Manejarse con estos cables y estas tensiones, con pesados equipos de retención y desmultiplicación, no iba a ser tarea fácil. Ya habíamos realizado trabajos similares pero nunca con tanta tensión. Para empezar tuvimos que adquirir un dinamómetro de mayor capacidad pues nuestro equipo estaba limitado a 10 Tm y nuestro límite de tensión eran 11.500 kg, con la esperanza de poder tensar por debajo de este límite. Todo dependía de que en los primeros ensayos el lastre llegara hasta el final del recorrido. Y es que la orografía del terreno y el desnivel era el que era y no había posibilidad de aumentarlo. Nuestro temor era que en condiciones de viento desfavorables “la carga no llegara a destino”. Por si acaso adquirimos uno de 20 Tm, en su momento, cuando adquirimos el de 10 Tm, pensamos que nunca sobrepasaríamos su carga máxima.
Tensado y velocidad
Hay varios factores que influyen en la velocidad de una Supertirolina, cuanto mayor es la longitud, estos factores se maximizan a niveles inimaginables. Diversos dilemas se nos plantean y tenemos que realizar infinidad de pruebas. Si tensas demasiado corren mucho y los pesos pesados llegan muy rápido. Si destensas el cable y hace viento de cara, los pesos ligeros no llegan. Depende del tipo de polea y de si te lanzas tumbado con arnés de ala delta o sentado con arnés tipo parapente, o si las pruebas son con lastre o con una persona, todos los test y mediciones nos dan resultados diferentes. Uno a uno los vamos resolviendo no sin antes realizar varias maniobras de tensar/destensar.
Finalmente logramos calibrarla y dar con la configuración de equipos, tensiones y parámetros que nos ofrecen el rango de utilización necesario. Cualquier constructor que haya construido una tirolina de más de 1000 m sabrá de lo que estamos hablando. El secreto está en… no, no vamos desvelarlo. Hay cosas que es mejor descubrirlas por uno mismo.
Características de los elementos y herramientas
Cada maniobra de retensado requiere el montaje de un tinglado de eslingas y elementos de conexión que deben garantizar un factor de seguridad 1:5. Solo los grilletes de 50 Tm pesan más de 30 kg. Las eslingas de carga son enormes y el sensor del dinamómetro necesitas 3 personas para moverlo. Cada retensado consigues recuperar unos 60 cm de cable. Y cada vez se ha de mover la mordaza, las trócolas, los cabes de transmisión, tarar el dinamómetro, recuperar el cable del cabrestante, volver a extender el cable de las trócolas, etc. etc. Una maniobra que solo se puede realizar manualmente y que cada vez representa mover más de mil kg, apretar tornillos enormes, tirar de pesados cables y manejarse en medio de cables que cada vez están más tensados.
En el tensado de los cables todo es duro, pesa o pincha y hay que extremar las precauciones. Vamos, una medalla es lo que merece el equipo de Vertikalist que ha realizado esta tarea, hasta 15 veces por cada uno de los tres cables. Fran, Rubén y David han ganado más músculo que en un mes de gimnasio intensivo. También más prestigio si cabe.
Otro round extenuante fue la colocación de las balizas avifauna. Una vez tensado el cable, nuestro apreciado David dio una lección de técnica, tesón y capacidad de trabajo, por no decir sacrificio. Todo un día colgando del cable para colocar 90 balizas. Ese día durmió más que plano y satisfecho. En su haber está esa tarea que a nadie le apetecía hacer y que él asumió estoicamente con la mejor predisposición, sabiendo que libraba de ese dolor de cabeza al equipo.
Pruebas con el dummy
Por fin llegó el momento de las primeras pruebas con el dummy, 3 bidones con 75 litros de agua. Es emocionante tenerlo ya todo dispuesto para hacer la primera prueba, cuando está todo listo, todo montado, después de tantos meses de preparación. La hora de la verdad.
Después de varias pruebas satisfactorias por fin la probamos nosotros. Qué gran momento y que gran satisfacción personal para todos los que han formado parte del proyecto. Desde los promotores hasta el soldador, desde el proyectista hasta el que aprieta los tornillos. Ver finalizado con éxito un proyecto que ha necesitado años de gestación y meses de ejecución, en el que cada uno ha tenido que dar lo mejor de sí mismo es gratificante. Ver el entusiasmo y la emoción en todos y cada uno de los que han participado no tiene precio. ¡Ahí queda eso!
Un artefacto, una máquina de diversión que generará felicidad e ilusión a miles de personas. Esta es la verdadera esencia de nuestro trabajo, el leif motiveque nos impulsa a estar en constante movimiento, en constante búsqueda, evolucionando con nuestro tiempo y atentos a la vanguardia, a las tendencias, creándolas.
Ahora tenemos que esperar a que pase este lance, esta prueba de vida que nos ha impuesto la naturaleza. Esperaremos lo necesario para poder continuar, con ideas e ilusiones renovadas, con la predisposición para adaptarnos y para continuar, como hemos hecho desde el primer día.
En cuanto se pueda inaugurar lo celebraremos, porque se podrá, y esta inauguración será como colofón a todo este trabajo.
Carles Canós